Le pido a la vida una oportunidad más, solo una. Una más para ser feliz con él.
Tal vez porque no se bien que es lo que siento he decidido hacer este blog. A veces, más que alguien que te escuche,es necesario encontrar la forma de hablar. Yo voy ordenando palabras. Espero poder llegar a decir algo.
viernes, 15 de junio de 2012
martes, 20 de marzo de 2012
Quizás
Creo que ahora, más que nunca, le necesito. Necesito encontrarle antes, claro. Me pregunto cómo será. ¿Le habré visto antes?. Tal vez ya nos conocemos o, quizás, me lo encuentre mañana. Puede que ya me lo haya encontrado. Puede que un día cruzáramos una mirada, de la que él se acuerde y yo no, y me dedicase una sonrisa (de esas que te alegran el día). Puede que su boca sea perfecta (para mi), de esas que regalan sueños en forma de risa, y que su sonrisa sea blanca. Blanca y amplia, como la Luna. Puede que sepa hablar con la mirada (para decir esas cosas que con palabras uno no se atreve a decir a veces). Tal vez sus ojos sean oscuros, esos que suelen dejar ver una mirada sabia y serena (y con un poco de suerte quizás me deje mirar a través de ellos). Puede que sus manos sean bonitas y masculinas, esas que tanto me gustan (porque parece que pueden levantarme de todos mis tropiezos). Puede que sea uno de esos hombres que te observan mientras duermes (porque admiran cada rincón de tu cuerpo), de los que te cuidan más que a ellos mismos, de los que te quieren más que tú a ti. Quizás sea capaz de apreciar los pequeños detalles (y de recordarlos). Puede que sepa hacerme sentir segura (sin necesidad de tener grandes gestos). Tal vez nunca me haga sentir mal (pues a él le duele el viento antes de que a mi me roce). Quizás sepa dar grandes abrazos (de esos que te protegen de miedos y monstruos). Puede que sus brazos sean fuertes (de los que forman murallas a tu alrededor). Tal vez sepa escuchar (no solo oír), y sea sensible (para sentir y hacerme sentir).
Me voy, tengo prisa. Quizás hoy es el día.
viernes, 16 de marzo de 2012
jueves, 15 de marzo de 2012
martes, 7 de febrero de 2012
viernes, 3 de febrero de 2012
Me apetece gritar
Ojalá pudiera tenerle aquí conmigo, ahora. Le besaría hasta desgastarme los labios.
jueves, 2 de febrero de 2012
miércoles, 1 de febrero de 2012
Y cada día, un instante, volveré a pensar en ti.
Porque si no lucho por algo así siempre estaré en deuda con el destino, que fue quien le puso en mi camino, por no aprovechar la gran oportunidad que me ofreció. Pero ¿cómo mantener las ganas y seguir con fuerzas cuando son mínimas las señales de que tanto esfuerzo vaya a dar fruto al final? Prometo que soy incansable, cabezona, terca y testaruda, que suelo conseguir todo lo que me propongo, y que no suelo parar hasta que todas las oportunidades se han agotado, pero es tan difícil seguir con esperanzas cuando un solo soplido de aire puede llevarse tu sueño, que a veces me dan ganas de abandonar. Tampoco perdería tanto. Es una persona que apenas conozco, que ni siquiera se si merece realmente la pena y que aún menos se si le intereso lo suficiente. ¿Qué más da si le saco de mi vida? No es una pieza indispensable, ¿no?
Tal vez esas son las preguntas que se haría una persona realista, pero yo soy de todo, menos eso. Cada vez que pienso en abandonar, la única pregunta que se cruza por mi mente es esa que tiene la capacidad de mantenernos noches y noches en vela, "¿Y si...?". ¿Y si fuera él?, ¿y si solo hace falta un empujoncito más para que esto siga adelante y, por no darlo, lo estropeo todo?, ¿y si realmente le intereso?, ¿y si no encuentro nadie que me fascine tanto como él?, ¿y si realmente esta es mi oportunidad, LA oportunidad, para ser feliz?
Odio esta sensación de no saber nada, odio que pasen los días sin tener nada claro. Me gustaría que, de una vez, la vida me enseñara las "baldosas amarillas" por las que debo caminar, que me muestre las señales que me permitan avanzar.
jueves, 26 de enero de 2012
Maravilloso Vs Terrible
Fue maravilloso poder verle, fue maravilloso escucharle, fue maravilloso gustarle, fue maravilloso ver su interés, fue maravilloso volver a ver su mirada, fue maravilloso mirarle, fue maravilloso reír gracias a él, fue maravilloso sentir exactamente lo mismo que cuando le vi por primera vez. En cambio, es terrible no poder tocarle, es terrible no poder olerle, es terrible no poder besarle, es terrible no poder compartir con él más que una imagen, es terrible no sentir la plenitud de su compañía, es terrible el temor cuando se va, es terrible la inseguridad de esa experiencia, es terrible la espera, es terrible sufrir y no saber si él también lo hace.
lunes, 23 de enero de 2012
Sería terrible que no existieras.
Cada segundo que paso sin hacer algo nuevo con lo que poder sorprenderle me parece una gran pérdida de tiempo. Pensaréis que debo sorprenderle siendo yo misma, no haciendo nada en especial, y tendríais razón si no fuera por que no hay oportunidad de ser normal. Me siento como cuando en un casting de baile intentas ser quien más llame la atención para que se fijen en ti. Pues esa es justo la sensación que me produce todo esto. Tengo que sobresalir entre todas esas chicas que le rodean: chicas guapas, famosas, inteligentes, o que simplemente tienen la ventaja de poder estar con él más tiempo. Y yo solo tengo una red social para actuar. Actuar haciéndome la dura además, por que no puedo ser una de las muchas que le hablarán todo el rato comiéndole la oreja. No, yo me mantengo en mi sitio, callada, viendo como se conecta y desconecta, imaginando que no me habla por tal o cual cosa, y esperando (o más bien, suplicando) que me hable pronto. Desearía tanto que viviéramos en otras circunstancias. Tal vez que estuviera aquí, porque tendría muchísimas cosas que enseñarle. Y lo peor de todo, lo que más me jode, es que se que le gustaría. Odio tanto esta situación...pero, sería tan terrible que no existiera...
domingo, 22 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
lunes, 16 de enero de 2012
Aviso: tengo un alma y está cargada.
"Pero es que, en ocasiones, la nostalgia es tan caprichosa que no necesita argumentos para doler. Se pueden echar de menos amores que jamás ocurrieron. Se pueden extrañar situaciones que no llegaron a pasar. De hecho, si nunca te ha ocurrido, es que nunca has querido por encima de tus posibilidades. Y si no has querido por encima de tus posibilidades, es que tu corazón no ha pasado de ser un órgano muscular hueco que impulsa sangre.
Eso es lo que me pasa. Que le echo de menos. En toda su ausencia. Hasta decir basta. Añoro esos paseos que nunca dimos por el parque. Añoro esos besos que jamás me dio. Esas risas tontas que no nos echamos. Esa canción que nunca escuchamos juntos después de no hacer el amor…"
Eso es lo que me pasa. Que le echo de menos. En toda su ausencia. Hasta decir basta. Añoro esos paseos que nunca dimos por el parque. Añoro esos besos que jamás me dio. Esas risas tontas que no nos echamos. Esa canción que nunca escuchamos juntos después de no hacer el amor…"
Que la muerte te acompañe.
Risto Mejide
Él.
Una aburrida noche de Noviembre, haciendo zapping. "Españoles por el Mundo", no está mal. Los Ángeles, no está mal. Chica que dibuja para Disney, no está mal. "Os voy a presentar a un amigo, es compositor de bandas sonoras...", venga, sorpréndeme. "Él es Lucas, el nuevo prodigio de la música de Hollywood...", interesante. Y ahí comenzó mi sueño.
Todo sucedió demasiado rápido, tal vez por eso lo recuerdo más como un sueño que como algo real. Las cosas pasaban sin tener por qué hacerlo. De acuerdo, deseé que ocurrieran, le pedí al Universo que me ayudara a conseguir lo que tanto deseaba, pero no pensé que fuera a cumplirlo. Primero fueron mensajes, después un inesperado "me gusta", más tarde un "Martita, ya estoy en el airport" vía chat, y por último(por ahora) ese mensaje el sábado 17 de Diciembre: "Marta, soy Lucas, ya estoy en Madrid :) besos!". Después de eso, supe que tenía que ir a verle. Si el Universo había movido todas las piezas para que encajaran, yo no tenía más remedio que terminar el puzzle. El domingo 18 de Diciembre cogí el autobús destino Madrid. No sabría bien explicar si lo hice porque quería, o porque la vida me empujó a hacerlo, pero estaba segura de que era lo que tenía que hacer. Durante el viaje imaginé cientos de formas en las que podría encontrarme con él pero sin duda, lo que sucedió cuando le vi, fue mucho mejor que todo lo que había imaginado.
El martes 20 de Diciembre propusimos quedar después de cenar. Por supuesto no pude hacerlo. Me refiero a cenar. "Ya estoy getting ready!", "Voy saliendo, tardo 2 minutos!", y por fin la llamada que estaba esperando, desde hacía 15 minutos, sentada en la cama, con manos y piernas temblado a la vez:
-Marta! ¿cual es tu calle?
-Estébanez Calderón! justo donde hay un bar irlandés!
-Vale, perfecto! ya estoy aquí.
Bajé las escaleras a ese ritmo que adquiere tu cuerpo cuando el cerebro no tiene la capacidad para enviar las órdenes correctamente a las piernas porque está demasiado ocupado pensando otras cosas, imaginando cómo sería, cómo hablaría, cuáles serían sus gestos, cómo sonreiría, cuál sería su olor... y entre pensamiento y paso, y entre paso y pensamiento, llegué al rellano, desde donde ya era capaz de verle en su coche, parado frente a la puerta.
-Hola!
-Hola!! te ha costado llegar eh!
-Es que no te entendía con el acento andaluz!- dijo entre risas.
¿Sabéis esa sensación de estar cumpliendo un sueño? Cuando te sientes pleno, realizado, satisfecho. Así me sentía. Y claro, cuando la energía positiva cubre cada milímetro de tu cuerpo, nada puede salir mal, mucho menos si el Universo se a encargado "personalmente" de hacerte llegar hasta ahí. Pues eso. Todo fue, como mínimo, como esperaba. Su sonrisa no pudo ser más perfecta. Su mirada tuvo la capacidad de desarmarme desde el momento en que se cruzó con la mía. Su voz era una mezcla entre sensual, masculina y tierna. Su olor...de su olor hablaremos más adelante.
Hablamos de todo, y encajamos en todo. Baile, música, cine... El mundo que a mi me hacía feliz era el mismo que el suyo. Habían pasado solo unas horas desde que nos vimos y él ya había superado todas mis expectativas. Solo estábamos en un bar, hablando sobre cosas sin importancia, y ya había conseguido que ese fuera el momento más perfecto de mi vida. Pero no os preocupéis, no se conformó con echar al 80% de la población masculina de mi vida, no. Cuando el bar cerró, a eso de las 02:00 am, fuimos a su estudio. Era una habitación con un sofá, dos ordenadores de mesa para componer, un teclado y un piano. En 5 minutos me compuso una canción (hizo que despreciara a un 15% más de población masculina, ya solo me quedaba un 5% con el que muy difícilmente me cruzaría), y tocó su canción preferida para mi (¿quién hablaba de un 5%? El resto de individuos masculinos del planeta pasaron a ser inexistentes desde ese momento.) Y así transcurrieron un par de horas más sin que me diera cuenta de que el tiempo existía. Ahora sí, entre beso y beso, pude ver que eran casi las 5 de la mañana, y que ya era hora de regresar a casa, porque desafortunadamente, no vivía sola. Y entre otros y otros muchos besos y alguna que otra gana de cometer un desliz, decidí que lo más prudente (hay que hacerse la dura, al menos un poco) era dejar pasar un poco el tiempo.
Nos vimos más veces y sucedieron muchos más momentos inolvidables, pero no los contaré porque nunca podría llegar a explicarlos como se merecen.
El día 23 de Diciembre subí en el autobús destino Sevilla. Y esta vez supe que no era lo que quería, pero si lo que la vida me empujaba a hacer. A veces hay que irse para saber quién te echa de menos.
Y de su olor... De su olor solo puedo decir que, a día de hoy, aún me persigue y me sorprende, cuando me despisto.
domingo, 1 de enero de 2012
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